Al día de hoy es aún difícil de creer que
has dejado de estar entre nosotros.
Me gustaban tanto tus ojos azules, me
recordaban a los de mi abuela.
Una persona que tenía prácticamente
siempre una sonrisa en los labios, buen amigo de sus amigos y excelente persona.
Tú muerte nos ha pillado por sorpresa, nos ha dejado fuera de juego con
muchas preguntas sin respuesta.
Creo que somos víctimas de lo que callamos y en tu caso, has llevado tan
en silencio tú dolor, que nadie a podido
imaginar absolutamente nada.
Hay silencios que no son nada buenos.
Un amigo en común me dijo "No puede
ser, tuvo que ser un accidente..."
y yo quería creer lo mismo, pero busqué por internet y decían que alguien que se lanza desde un edificio es que tiene muy claro que quiere morir y si no hace ningún intento en
la caída por mantenerse de pie, no tiene el instinto de sobrevivir.
Si se lanza sin zapatos es que sabe que dónde va no los va a necesitar.
No sé tu muerte está llena de incógnitas
y estás preguntas sólo podrías responderlas tú.
Te mando dónde quiera que estés todo
mi cariño, te deseo que encuentres
la paz y la luz....
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